LOS ITALIANOS ANDINOS CELEBRAN EL FIN DE LA GRAN GUERRA

En el marco del fin de la Primera Guerra mundial, los italianos andinos fueron los anfitriones de las celebraciones. A continuación transcribimos la noticia sobre este evento salida en el Diario Los Andes del 19 de noviembre de 1918.
EL BANQUETE DE LA PAZ Y LA MISA DE ACCIÓN DE GRACIAS POR EL ARMISTICIO
En un grato ambiente de alegría, felicidad y de francas expansiones, se realizó en la noche del domingo 17 de noviembre de 1918, en el Círculo Italiano un gran banquete con que los ciudadanos de los países aliados, residentes en Los Andes, celebraban el armisticio con los países integrantes de los Imperios Centrales. Terminaban poco más de 5 años de una terrible confrontación que trajo millones de muertos, heridos y destrucción por doquier. La gran concurrencia de 120 personas, estaba integrada, entre otros, por el 1er. Alcalde, don Carlos A. Díaz Escudero; el Juez Letrado de Los Andes, don Carlos Roberto González Méndez; los cónsules de Italia, don Juan Bautista Lanzarotti; y de Argentina, don Juan Manuel Traverso, y caballeros italianos, franceses, ingleses, argentinos, belgas, norteamericanos y chilenos.
La cancha de bochas del Círculo, se había transformado en una expléndida sala de banquetes, profusamente adornada con verdes guirnaldas, flores y banderas y una iluminación a giorno; allí se había tendido la larga mesa arreglada con arte y gusto, y a la que les servían de camino de mesa, flores y frutas de la estación. Durante el banquete se ejecutaron los himnos: nacional y los de las demás naciones allí representadas.
Luego, vinieron los discursos. Hicieron uso de la palabra los señores: Juan Lanzarotti que ofreció la manifestación; don Luis Bruron, don Nibaldo Villalón que propuso una colecta pro huerfanitos belgas la que produjo una suma de $429,00; don Calos Roberto González, don Horacio Barbieri a nombre de los hijos de italianos y don Emilio Caviglia que lo hizo en italiano, todos estos discursos, especialmente, el del Sr. González fueron justamente interrumpidos por aplausos y verdaderas ovaciones.
Después del banquete, que fue un verdadero éxito para sus organizadores a quienes felicitamos muy sinceramente, se siguió una animada tertulia.
Por su parte, las damas de la Colonia Aliadas, tuvieron una celebración religiosa aprovechando que ese día era el señalado para que tuviera lugar la acostumbrada misa italiana. El oficio religioso fue celebrado por el R. P. Gaviratti, cura párroco de Panquehue.
Terminado el Santo Sacrificio de la Misa, se cantó un solemne Te Deum de acción de gracias por el hermoso y significativo triunfo alcanzado por las armas de las fuerzas armadas aliadas y por la celebración del armisticio.
Concurrieron a esta ceremonia todas las familias italianas, francesas e inglesas y una gran parte de nuestra sociedad que se asoció así a los justos regocijos por al advenimiento de la paz”.
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