Felix Crocco era un joven inmigrante italiano, destacado comerciante y uno de los fundadores de 2ª Compañía de Bomberos, Pompa Roma. Falleció en la madrugada del día 18 de enero de 1904, luego de formar una hermosa familia en nuestra ciudad. Había llegado a Chile en 1882, a la edad de 18 años. Como tantos de sus compatriotas, había emprendido viaje hacia tierras americanas, en busca de un anhelado e incierto mejor futuro, dejando atrás a su familia de origen y los entornos amados, en la lejana Liguria, en el noroeste del Reino de Italia.

El día de su funeral fue cubierto por el periódico La Restauración. El medio realizó un interesante y emotivo recuento de la vida de Félix Crocco, junto con insertar dos discursos que se habían pronunciado en su homenaje durante las exequias. A continuación se transcribe la noticia:

“FELIX CROCCO.

A las 2:40 de la madrugada del lunes dejó de existir el antiguo y querido comerciante italiano de esta plaza, cuyo nombre nos sirve de epígrafe”.

“El señor Crocco era natural del pueblo de Pra, provincia de Génova (Italia); hacía 22 años que estaba en Chile y debido a su gran fuerza de voluntad para el trabajo, formóse una posición holgada y llena de risueñas esperanzas”.

“Dotado de un gran corazón, de carácter franco y sincero, para con sus amigos fue generoso y leal; y para su hogar un esposo modelo y un cariñoso que cifraba toda su felicidad en el cariño que sentía por sus hijos”.

“La Colonia Italiana pierde a uno de sus más queridos compatriotas, y el pueblo de Los Andes a un comerciante honrado, que siempre estuvo dispuso a hacer el bien al que lo necesitaba”.

“La muerte, ha terminado con la existencia de un hombre, esencialmente bueno y en la plenitud de su vida, pues el señor Crocco apenas contaba con 40 años de edad”.

“En las primeras horas de la mañana del domingo (17), el señor Crocco abandonó el lecho por una ligera indisposición que sentía; esta le fue minando y, de un momento a otro, cayó víctima de un fuerte ataque cerebral a las 5 A. M.”

“Inmediatamente se llamaron facultativos; todo fue inútil, el paciente siguió agravándose y horas más tarde le vino una parálisis y ya la ciencia perdió toda esperanza de salvarlo”.

“La familia se encontraba veraneando en Viña del mar, y comunicada la triste noticia de la enfermedad, se trasladó a ésta en el primer tren que partió, encontrándole aún con vida cuando llegó; pero una vida lánguida que iba acabándose por minutos, hasta que a las 2:40 A. M. (18) llegó el desenlace fatal y el alma de Crocco voló a la eternidad”.

“En la noche del lunes (18) fue trasladado su cadáver al cuartel de la 2ª Compañía de Bomberos, y allí se le hizo una capilla ardiente y guardia de honor durante toda la noche”.

“El extinto había sido socio fundador de la compañía, pero se encontraba fuera de ella cerca de dos años, por motivos que ignoramos”.

“A las 9 de la mañana del martes trasladaron sus restos a la Iglesia Parroquial, donde se celebraron solemnes honras por el descanso de su alma, asistiendo a ellas una selecta concurrencia”.

“Terminada la ceremonia religiosa se colocó la urna en el carro de la 2ª Compañía, siguiéndole al Cementerio un numeroso cortejo, acompañado de la banda de músicos”.

“Al ser inhumados los restos, el señor Della Rosa, a nombre del Círculo Italiano y del Cuerpo de Bomberos, pronunció el siguiente discurso:

“Señores:

“Apenas hace tres días hemos visto a nuestro malogrado compañero, Félix Crocco, que estaba en toda la primavera de su vida, cuando el domingo como a las 4 de la madrugada cae víctima de una parálisis o derrame cerebral que le llevó a la tumba”.

“Nuestro malogrado amigo contaba apenas 40 años; natural de Italia, hacía 22 años había abandonado su suelo natal y se avecindó en Chile, donde con su trabajo y constancia formó su hogar”.

“Félix Crocco, en este momento deja a su esposa en la más angustiada amargura y a su numerosa familia en la más triste orfandad”.

“Habiendo desaparecido de la tierra de los vivientes uno de nuestros mejores amigos, hoy por hoy, nuestra pequeña Colonia Italiana está de duelo por la desaparición de uno de sus más abnegados miembros”.

“Este hombre no tan sólo fue estimado por sus compatriotas, sino que también fue distinguido por la sociedad chilena”.

“Como padre de familia fue un modelo de virtud; para él no había más consuelo que el trabajo, amar a su esposa y a sus tiernos hijos. Para él no había invierno ni verano, porque en el trabajo buscaba el bienestar para su familia. Su hogar, era un nido de palomas; cuando él salía por la mañana, antes de ponerse en marcha, lo primero que hacía era acariciar a sus pequeñuelos; cuando llegaba de vuelta, su casa parecía un nido de golondrinas en primavera: todas aquellas inocentes criaturas eran una alegría alrededor de su padre; lo que es hoy ¡cuán distinto ese hogar es solo lágrimas y luto!”

“Como comerciante fue el más virtuoso y honrado; ¡no hay campesino en este valle que hoy día no sienta correr una lágrima por la muerte de este benefactor del pobre!”

“En los inviernos más crudos Félix Crocco salía de su casa con sus mercaderías, surtiendo a tantas familias que quedaban como bloqueadas por los temporales. ¡Era el ángel salvador que acudía en socorro de aquellas familias cuando ellas ni lo imaginaban!”

“¡Quién pensara que este hombre fuerte como una columna de granito y que con su fuerza material e intelectual sostenía el peso de tantas familias, en este momento no sea más que un puñado de restos inertes como los escombros de una catástrofe!”

“A esta sagrada mansión, señores, venimos hoy a depositar estos despojos con el corazón lleno de amargura y de tristeza”.

“¡Las personas que conocieron a nuestro amigo y lo comprendieron, estoy seguro que hoy derramarán más de una lágrima por este valiente luchador y campeón del trabajo!”

“Amigo Félix: los hombres de ciencia luchan para dar a sus semejantes Luz y Progreso; pero tú luchasteis como un león de África por el progreso y bienestar de tu familia. ¡Hicisteis honor a tu patria y a tu madre, y también a este suelo que te albergó!”

“De mi parte, recibe el último homenaje de tu suelo patrio donde nacisteis y de tu segunda patria que te dio honrosa hospitalidad. Estas lágrimas que aquí derramo, sirvan de riego a tu sepulcro y que broten flores debajo de este mausoleo, y que el Altísimo te conduzca a la gloria en el reino de los cielos, así como la has merecido de los hombres en este mundo”.

“¡Paz eterna en tu sepulcro! Y recibe el adiós de tu infortunada esposa e hijos y de todos tus amigos y parientes. ¡Adiós!”

En seguida; a nombre de la 2ª Compañía, habló el secretario de ella señor Silva, en los siguientes términos:

“Distinguidos caballeros, compañeros:

“Una vez más venimos a este triste y lúgubre recinto, en cumplimiento del más sagrado de los deberes que nos impone la amistad y el compañerismo; nos trae la misión de entregar estos queridos despojos a la tierra, ya que así Dios en sus altos designios lo ha dispuesto.”

“Félix Crocco, baja a la tumba, rodeado de sus numerosos amigos que vienen a dar la eterna despedida al que fue probo comerciante, excelente esposo y cariñoso padre de familia”.

“Su bondad lo hizo nuestro mejor consejero y en más de un momento amargo, nos hizo apreciar la nobleza de sus sentimiento; siempre tendió generosa mano a sus amigos y siempre sus compañeros encontraron en él al hombre de corazón bondadoso, siempre dispuesto a hacer el bien”.

“A nombre de la 2ª Compañía cumplo la triste misión de daros el eterno adiós, esperando que el Altísimo de a tu viuda e hijos resignación para sobrellevar tan irreparable pérdida”.

“Termino, señores, deseando a su familia, que las lágrimas que brotan de sus ojos, les sean menos dolorosas ya que caen sobre la tumba del buen padre de familia, confundidas con el llanto de sus numerosos amigos que en el corazón guardarán eternamente su memoria. He dicho”.

A continuación, habló un voluntario de la 2ª de San Felipe.

Despidieron el cortejo los señores Bonelli, don Domingo y Rocca don Juan.

Nos asociamos al duelo de la Colonia Italiana y a su familia reciba también nuestro más sentido pésame”.

La Restauración. Año XIII, Nº 1191. Los Andes, jueves 21 de enero de 1904.

Uno de los fundadores de la Primera Compañía de Bomberos y de la Segunda Compañía. Fundador del Círculo Italiano.